Los proyectos pueden estar detenidos por falta de liderazgo y conocimiento de cómo el IoT puede ser eficiente para el negocio.
Investigaciones apuntan que el 60% de los proyectos de IoT están fallando, o se encuentran detenidos en estado de prueba de concepto o lo anterior a éste. Esta es una señal de que la tecnología necesita ser mejorada para destrabar los procesos.
La empresa de consultoría James Brehm & Associates se dio cuenta de esta barrera y enumeró tres puntos que necesitan ser mejorados en el mercado del Internet de las Cosas:
1 – La falta de liderazgo en el proceso: son muchos los profesionales y herramientas enfocadas en IoT y puede que por este motivo, los procesos de implantación de la tecnología pierdan su centralización en la mano de un gerente o de una persona específica que coordine las acciones.
El primer punto es definir quién será el administrador responsable por cada proyecto de IoT, cuál será el equipo que estará envuelto en la acción y después cuál será el plan de ejecución enumerando las responsabilidades y su respectivo cronograma.
2 – Crear un proyecto de IoT solamente para decir que existe: entre muchas posibilidades, el Internet de las Cosas está siendo utilizado en el mercado para mejorar la experiencia del cliente en la relación con la marca. Por ello, crear toda una estructura que contemple acciones de IoT, pero con una tasa de retorno insuficiente para la empresa, no colabora para las estrategias y mucho menos para las metas del negocio.
Si hubo inversión tecnológica, contratación de personal, estudio de mercado, inversión en dispositivos, acciones de marketing y campañas; el proyecto de IoT tiene que salir del papel y convertirse en realidad para la empresa. Si existe duda en cuanto a la tasa de retorno, es mejor postergar las inversiones en IoT y tener seguridad de que la tecnología será implantada de forma que colabore con el lucro del negocio.
3 – La falta de visión sólida del IoT: una vez más, no tener la seguridad de cómo el Internet de las Cosas conseguirá las metas del objetivo, puede traer inseguridades para el negocio y para todas las inversiones que fueron hechas. Las metas muy por debajo de la potencialidad de las herramientas o crear plataformas tan sólo para un uso del IoT en los negocios, pueden ser el fin de un plan y la insatisfacción con la tecnología empleada.
La falta de infraestructura interfiere en el mercado de IoT
Además de los tres puntos citados por la consultora James Brehm & Associates, que están directamente relacionados a la administración interna de los negocios, indican que los factores externos pueden interrumpir el desarrollo del mercado del Internet de las Cosas.
Algunas de las banderas defendidas por entidades y empresas es que el mercado necesita de impuestos más bajos para dispositivos, herramientas, hardware y componentes que sean parte de la estructura del IoT.
Además de eso, otro punto crucial para el mercado, es el desarrollo de la mano de obra especializada y yendo al encuentro de lo que la consultora americana comentó los administradores necesitan conocer las potencialidades del Internet de las Cosas y como éstas pueden ser utilizadas de forma que den retornos a sus negocios.
Finalmente, por más que se hable constantemente sobre Internet de las Cosas, las empresas consiguen consolidar proyectos y se vuelven casos de éxito, el mercado se muestra ligeramente perdido con la cantidad de tecnologías, herramientas y sus usos, confundiendo los planes de los especialistas que necesitan realmente realizar muchas pruebas de efectividad para echar a andar un proyecto.
Lo que tiene el IoT y sus exigencias de inversiones, son de gran importancia. Los administradores de TI no dan salto sin huarache.
