5 recomendaciones que involucran configuraciones y mejores usos de la tecnología.
Los beneficios de la Computación en la Nube son ya bien conocidos por las empresas de todos los sectores alrededor del mundo. Toda la posibilidad que ofrece sobre flexibilidad, productividad y movilidad, se une con la reducción de costos en TI esperados por los negocios.
De acuerdo con la IDC, la inversión de las empresas con la Nube debe aumentar 40% este año en toda Latinoamérica. Otras previsiones de la consultoría para el mercado son, que para el 2021, por lo menos el 41% del PIB de la región será digital, impulsado especialmente por las ofertas y operaciones digitales. Además de eso, en tres años, los gastos con servicios en la Cloud se duplicarán, alcanzando cerca de 11 billones de dólares.
Por ello, la Cloud Computing puede ser todavía más ventajosa, cuando se consigue economizar también con la tecnología al mismo tiempo en que se mantiene la eficiencia de las operaciones.
Si existe la flexibilidad en la contratación del servicio, entonces ve algunas sugerencias para realizar ajustes en las configuraciones y ver el resultado directo en tu bolsillo:
Uso de capacidad de acuerdo con la demanda: una empresa que tenga temporalidad -como aumento de ventas en fechas específicas, por ejemplo-, van a requerir de mayor almacenamiento y administración de datos en distintos períodos.
Uso de containers: esos containers consisten en regiones aisladas del restante de la máquina anfitriona, garantizando que cada aplicación no tenga acceso, ni sea ingresada por nada fuera de su caja anfitriona. Interesante para organizar los datos dentro de la Nube e incluir políticas de acceso. Se tienen como beneficios: la eficiencia de la memoria, CPU y almacenamiento.
Mejora continua: así como las innovaciones y cambios continuos, al igual que acelerados, la administración de la Computación en la Nube debe acompañar a esas características. Lo que significa que las configuraciones no pueden forzarse para seguir un determinado patrón, pero sí, ser flexibles para adaptarse a los cambios.
Reducción del TCO: El Costo Total de Propiedad es la metodología que verifica los costos de las adquisiciones en TI a largo plazo. Para ésta ser reducido, los activos deben ser utilizados con toda su capacidad, aumentando el ROI. En la Computación en la Nube, lo ideal es eliminar los servidores y contratar una plataforma de administración automatizada para primeramente disminuir los costos de mantenimiento y después, el equipo necesario para administrar toda la red.
Reforzar la seguridad de la red: los datos son los principales activos de las empresas, por eso, requieren estar almacenados en ambientes confiables y seguros. Es fundamental investigar a los proveedores, al igual que a las herramientas que ofrecen, para que las inversiones no sean desperdiciadas. Recortar costos con la ciberseguridad puede ser una mala inversión.
En resumen, es posible tener una inversión todavía más baja, si el administrador de TI utiliza las tecnologías con estrategia, acompañando las oscilaciones del mercado a la cual la empresa pertenece y ajustando las configuraciones, así como las contrataciones del servicio.
